Es
un honor para mí y a nombre y en representación de la señora
Presidenta de la Asamblea Nacional darles la bienvenida a este
sentido y trascendental acto que simboliza el esfuerzo de la sociedad
ecuatoriana y del gobierno nacional para combatir las causas
estructurales de la migración y para proteger los derechos de
nuestros compatriotas que por diversos motivos han emigrado a otros
países.
¡Qué
dolor!!! me causa leer en el informe de la Organización de
Migraciones Internacionales que al menos 40.000 personas han
fallecido desde el año 2000 intentando cruzar fronteras hacia otros
países, cifra dentro de las cuales se encuentran niños, niñas y
adolescentes. En esta misma semana hemos mirado que nuestro
compatriota menor de edad Luis, quien se encontraba viviendo en
situaciones de esclavitud en Chile, al fin ha regresado al suelo
patrio; si bien esto es emocionante, me embarga mayor dolor saber que
quienes se lo llevaron para que viva en condiciones infrahumanas son
una pareja de compatriotas ecuatorianos. Y, hace no pocos meses nos
sorprendimos y alarmamos con la noticia sobre el fallecimiento de una
niña de nuestra querida provincia, Noemí, en tierra extranjera
cuando se encontraba en tránsito hacia otro país del norte, víctima
de inescrupulosas bandas criminales de trata de personas.
En
estos siete años en que ha gobernado la Revolución Ciudadana se han
hecho un sinnúmero de todo tipo de campañas, todas exitosas, que
han conseguido promocionar y sensibilizar sobre este nuevo Ecuador,
sin embargo, creo que esta campaña que se denomina “DILE NO A LA
MIGRACION RIESGOSA”, reviste particular importancia, no solo porque
el flujo migratorio de niños, niñas y adolescentes hacia los
Estados Unidos de Norteamérica es alarmante y tiene todas las
características de ser una crisis humanitaria, sino porque el
Ecuador ha planteado al mundo una manera diferente de concebir,
respetar y proteger los derechos de las personas en situación de
movilidad. Es impresionante que la gran mayoría de personas en todo
el mundo se está quedando impávida frente a una realidad de que
aproximadamente setenta mil niños, niñas y adolescentes que viajan
sin la compañía de un adulto serán detenidos en Estados Unidos de
Norteamérica luego de cruzar en forma ilegal la frontera con México
y sometidos a las leyes de dicho país para ser deportados.
No
está lejos imaginar los riesgos a los que están expuestos, expertos
señalan que “el viaje está lleno de peligros
extremadamente graves y se
ha documentado toda clase de abusos, como extorsión, violaciones
sexuales, violencia física, secuestros, mutilaciones, prostitución,
obligación para transportar drogas para traficantes e, incluso,
asesinatos”. Tendremos oportunidad de escuchar mś sobre esto en
las intervenciones de mis compañeros y compañeras de mesa, conforme
constan en la agenda prevista para este acto.
Es
imperativo que a todo nivel aunemos esfuerzos para evitar que
nuestros niños, niñas y adolescentes se expongan a todos estos
peligros e incluso pierdan la vida. Justamente, en estos días, el
Director General de la Organización Internacional de las
Migraciones decía que: “... es hora de hacer algo más que contar
el número de víctimas, es hora de involucrar al mundo para poner
fin a esta violencia contra los migrantes desesperados”
Consecuentes
con esto, el día de ayer la Asamblea Nacional acogiendo el pedido
que hicimos conjuntamente con las compañeras asambleístas de las
provincias que mayor impacto han tenido por la migración, Diana
Peña, Ximena Peña, Betty Jeréz, Liliana Guzmán, Rosa Muñoz,
emitió la resolución para apoyar esta campaña “DILE NO A LA
MIGRACION RIESGOSA”, lo cual corrobora que el Estado ecuatoriano al
más alto nivel está tomando las decisiones y acciones que
corresponden para atender esta problemática y para precautelar los
derechos de los hijos e hijas de nuestra Patria que más lo
necesitan. Lo que hagamos nos permitirá que algún día solo
recordemos con nostalgia el lamento contenido en nuestra canción de
siempre conocida como de “Collar de Lágrimas” que suena y
resuena dentro y fuera de nuestro terruño.
Hay
muchos testimonios desgarradores de niños, niñas y adolescentes que
han tenido experiencias duras y dramáticas, uno de ellos, concluía
su relato diciendo “ ... "yo por milagro de Dios estoy aquí
con vida. No venía solo porque Dios venía conmigo". "nos
dicen que a nosotros como somos menores de edad los dejan pasar y
luego los ayudan, entonces con esa idea nos vinimos, no sé si es que
estamos engañados, no sé si es verdad". "tan siquiera
este testimonio lo voy a llevar para mis amigos que están igual a
mí, pero lo voy a llevar allí, aconsejarlos cómo está la vida por
aquí”
Con
este preámbulo, luego de agradecer a cada uno y una de ustedes por
su presencia a continuación, les invito a escuchar atentamente a
cada uno de los panelistas.
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