jueves, 2 de octubre de 2014

APOYO RESOLUCIÓN QUE IMPULSA CAMPAÑA “DILE NO A LA MIGRACIÓN RIESGOSA” EN EL PLENO DE ASAMBLEA NACIONAL


El flujo migratorio de niños, niñas y adolescentes hacia los Estados Unidos de Norteamérica es alarmante y requiere que se lo enfoque y afronte no solo a nivel de los gobiernos sino desde todos los estamentos de nuestras sociedades. Como lo advierten expertos en la materia, esta problemática constituye en sí misma una crisis humanitaria cuya atención no puede ser desatendida y relegada. Se calcula que aproximadamente setenta mil niños, niñas y adolescentes que viajan sin la compañía de un adulto serán detenidos en Estados Unidos de Norteamérica luego de cruzar en forma ilegal la frontera con México y sometidos a las leyes de dicho país para ser deportados.

Los riesgos a los que están expuestos en su travesía son mayúsculos y aterradores, según expertos, “el viaje está lleno de peligros extremadamente graves y se ha documentado toda clase de abusos, como extorsión, violaciones sexuales, violencia física, secuestros, mutilaciones, prostitución, obligación para transportar drogas para traficantes e, incluso, asesinatos”. Adicionalmente, las vicisitudes que deben experimentar durante su estancia en los lugares de detención mientras duran los largos procesos legales previos a su deportación son situaciones de extrema vulneración de sus derechos.

Si bien la mayoría de ellos provienen de Honduras, Guatemala, El Salvador y México, también de nuestro país han intentado cruzar la frontera mexicana-norteamericana, algunos de ellos lo han conseguido y han sido detenidos en suelo norteamericano.

Es imperativo que a todo nivel aunemos esfuerzos para evitar que nuestros niños, niñas y adolescentes se expongan a todos estos peligros e incluso pongan en peligro sus vidas y también para poner toda la institucionalidad del Estado ecuatoriano para proteger los derechos de aquellos que están detenidos en suelo norteamericano.

Muchas son las causas que deben originar estos flujos migratorios, descubrirlas y erradicarlas es una obligación primordial e inmediata. El Ecuador se ha presentado al mundo como uno de los pocos países que ha establecido a nivel normativo y de políticas públicas aspectos trascendentales en movilidad humana, sin embargo, fieles a eso debemos ser consecuentes con nuestros niños, niñas y adolescentes que en estos precisos momentos nos necesitan.

No está demás poner énfasis que normas de convenios internacionales y de la propia Constitución de la República nos imponen la obligación de actuar ya y ahora.

Coincido plenamente con el Director General de la Oficina Internacional de las Migraciones cuando dice que: “... es hora de hacer algo más que contar el número de víctimas, es hora de involucrar al mundo para poner fin a esta violencia contra los migrantes desesperados”. Compañeras y compañeros, sigamos librando las batallas que nos corresponden para proteger los derechos de los hijos e hijas de nuestra Patria que más lo necesitan.

Por lo expuesto, mi apoyo a la resolución que se ha presentado y solicito que los demás compañeros y compañeras se sumen y voten favorablemente.

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