¡Qué importante es conmemorar esta gesta
libertaria!, no solo porque mantenemos vivo
el espíritu de libertad de todas las generaciones de ecuatorianos y
ecuatorianas, sino porque este espíritu se evidencia aún más en este proceso de
cambio que estamos experimentando y del cual todas y todos somos actores/as
importantes, esenciales. Cada uno/a de nosotros somos la fuente y la razón del
cambio.
Actualmente, hay otro tipo de amenazas, otros
objetivos que deben ser derrotados y las armas son las más expeditas, sencillas
y contundentes. La democracia y el pleno ejercicio de derechos está
consiguiendo que estemos erradicando la pobreza extrema, disminuyendo las
desigualdades, pero sobre todo, tenemos una ruta trazada para que todos y todas
vivamos en una sociedad más democrática, respetuosa y justa.
Todos los días alcanzamos
una independencia más, por eso la importancia de evocar al 24 de mayo. Nos
recuerda una de las gestas heroicas más trascendentes de nuestra historia e
identidad. Sigamos el ejemplo de los valerosos que nos dieron la libertad y
multipliquemos su ejemplo para dar la libertad a cuantos ecuatorianos y
ecuatorianas que necesitan de libertad y buen vivir.
Escuchemos
y leamos a Simón Rodríguez, el gran maestro del libertador, quien habría dicho
que “nuestras naciones, nuestras repúblicas nacieron en una gran mentira”,
porque supuestamente habíamos logrado la libertad, pero aquella nunca había
llegado a los indios, a los negros, a las mujeres, a los pobres, a los
marginados de siempre”.
Vivamos
significativamente, pero sobre todo, luchemos por alcanzar la independencia de
las ataduras del Ecuador del pasado y sigamos apoyando este proceso
independentista que lleva adelante la Revolución Ciudadana con el apoyo y
compromiso de la mayoría de ecuatorianos y ecuatorianas.
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