La
necesidad de expedir una nueva normativa: moderna, armonizada,
coherente, clara y precisa sobre el ambiente es una de las tareas
pendientes del gobierno de la revolución ciudadana, y es
imprescindible que la obligación asumida con el pueblo ecuatoriano
sea cumplida, pues, además de las otras grandes reformas que se han
implementado en nuestro ecuador en estos ocho años de gobierno, es
preciso que nos preguntemos ¿cómo se podría entender nuestro
proceso de cambio si no fomentamos nuevos patrones de producción,
intercambio y consumo de bienes y servicios con responsabilidad
ambiental y social ?
Una
de las respuestas a esta interrogante constituye precisamente el
presente Proyecto de Código Orgánico del
Ambiente que hoy estamos debatiendo y que, sin duda, en su
aplicación cuando esté vigente apreciaremos en mayor magnitud las
virtudes e importancia de cada una de sus normas.
Este
proyecto de ley, además de desarrollar los principios y normas
constitucionales, permite que se enfatice aún más dos aspectos
esenciales de la constitución y de la organización social y
política del Ecuador
contemporáneo, que son muy particulares y que evidencian la
esencia del cambio.
-
El uno indudablemente es el hacer efectivo el derecho de la
naturaleza que, como sabemos, es reconocido, contemplado y
garantizado en el Art. 10 de
la Constitución.
-
Y el otro, consistente en que el régimen de desarrollo como conjunto
organizado, sostenible y dinámico de los sistemas económicos,
políticos, socio-culturales y ambientales, garantiza la realización
del Buen Vivir……... Buen Vivir que requiere, por cierto, que las
personas, comunidades, pueblos y nacionalidades además de gozar de
sus derechos en forma efectiva, cumplan sus responsabilidades en
convivencia armónica con la naturaleza.
Mientras
daba lectura al proyecto de ley reflexionaba sobre las duras,
difíciles y dolorosas lecciones que el pasado nos ha dejado y que,
por supuesto, no se pueden repetir nunca más. es indudable que los
atentados, y afectaciones a las personas, naturaleza y ambiente
perpetrados hasta hace poco, no solo fueron consecuencia de la
deficiente y poca coordinación en la normativa nacional, en esta
materia, sino, por la irresponsable forma de realizar las actividades
económicas, sociales y ambientales por parte de las personas,
naturales y jurídicas, éstas últimas, privadas o públicas, y,
sobre todo, por la falta de controles y sanciones ejemplares.
Como
no podía ser de otra manera, dichas reflexiones me recordaban los
hechos protagonizados por la compañía Texaco en nuestra Patria, a
consecuencia de los cuales se produjo una contaminación sin
precedentes y que trajo, enfermedades y muerte a ecuatorianas y
ecuatorianos y que sigue amenazando la vida en nuestra Amazonia.
Hay
varias aristas para abordar la barbarie ocasionada por esta compañía
y las personas que la dirigieron y la dirigen y ahora con un nuevo
ropaje societario, que con esto sin duda desean
desvanecer ante el mundo su responsabilidad del crimen cometido en
nuestro País.
Es
justo que en este debate recordemos a nuestros compatriotas que con
mucho temple desafiaron a una de las multinacionales más poderosas
del planeta al haberla enfrentado iniciándole el juicio que tod@s
conocemos y que ha tenido varios desenlaces. Hermanos
y hermanas que no les tembló nada para defender sus derechos y
denunciar ante mundo
las afectaciones cometidos en su contra. Además
quienes aportaron con sus testimonios para dar luz a la “Crónica
de una Barbarie
Impune,
los Últimos
Inocentes
del Planeta”
libro del destacado cronista Esteban
Michelena,
recientemente puesto en circulación que hace una excelente
narración completa desde las vivencias de los afectados.
Esperamos
que la justicia prevalezca en esta lucha y decir a todos y todas que,
precisamente, leyes como la que estamos debatiendo es una herramienta
muy útil para evitar que se vuelvan a cometer atrocidades como la
perpetrada por Texaco/Chevrón.
Aún
contemplamos y apoyamos la dura lucha que siguen realizando nuestros
compatriotas para conseguir que la Chevrón pague la indemnización.
Este
es un momento también para recordar que Ecuador
ha presentado al mundo, por intermedio de nuestro Presidente,
Rafael
Correa
Delgado,
propuestas sin precedentes dirigidas a prevenir la contaminación y
librar acciones estructurales para combatirla. Por
ejemplo, la propuesta de la compensación por las emanaciones
evitadas y las del impuesto a las
explotaciones
petroleras, dejar el petroleo bajo tierra, entre otras. Todas
estas propuestas han sido presentadas en los senos más
importantes de la organización mundial. Aspiramos que más temprano
que tarde sean discutidas, acogidas y apoyadas.
Lo
que he manifestado es muy importante porque debemos todas y todos
estar conscientes que la preocupación de este gobierno por el
ambiente no comienza y termina con la discusión de este proyecto de
ley, al contrario, este proyecto debemos analizarlo a la luz y en el
contexto de lo que se ha propuesto a nivel global durante estos ochos
años de Revolución Ciudadana.
En
otro orden de reflexión también he considerado que no solo los de
afuera han afectado gravemente a la naturaleza
y la vida, pues somos testigos cómo en nuestra vida cotidiana “no
somos responsables ambiental y socialmente”. Hay
varias pruebas de ello recordemos que consciente ó inconscientemente
consumimos bebidas en envases plásticos o realizamos compras en
fundas plásticas, materiales que son nocivos y peligrosos para la
naturaleza. Inconscientemente
se provocan incendios forestales, con los graves perjuicios a la
naturaleza que ultimamante hemos sido testigos en todas las regiones
de nuestra Patria.
Por
supuesto, hay una tendencia a mejorar los estándares de control y
prevención, sin embargo es indispensable que deben ir acompañados
de intensos programas
de capacitación y concientización a la población.
Este
proyecto responde a un momento histórico en nuestro País que supera
el sistema ineficiente e injusto de muchas décadas con el cual se
manejaba el ambiente y la naturaleza, con altas brechas de iniquidad
social sin responsabilidad ambiental.
Todo
el País ha sido testigo del deterioro de la calidad ambiental y de
los ecosistemas, ocasionados por problemas recurrentes como la
contaminación de las grandes ciudades, tala ilegal de bosques,
tráfico de especie, pérdida de biodiversidad por la caza ilegal,
comercio de especies, introducción de especies exóticas, entre
otros, la degradación del agua, suelo, aire, flora y fauna y la
contaminación agresiva e irresponsable de los ríos de nuestro País,
es una realidad y son determinantes para el menoscabo de la calidad
de vida de las personas, entre tantos ejemplos que puedo enunciar me
refiero a la impresionante contaminación de los ríos San Pedro y
Machangara en nuestra querida capital Quito.
Por
cierto, vemos con optimismo los planes y proyectos que se han
anunciado para el manejo de las aguas residuales y descontaminar
importantes ríos de nuestra capital.
Quiero
resaltar, también, la incorporación que se ha hecho en este
proyecto sobre el manejo responsable de la fauna urbana, lo cual
ubica a nuestro País en los de vanguardia en la protección y
cuidado de los animales y desarrolla el pronunciamiento del pueblo en
la última consulta popular sobre esta materia. En ese sentido,
señora presidenta y compañeros asambleístas existe una
inconsistencia entre el numeral 1 y 9 del artículo 56, pues en el
primero se prohíbe provocar sufrimiento, maltrato o daño a un
animal, y en el otro se abre la puerta a excepciones.
A
este respecto, habría que considerar las prácticas culturales que
son parte de colectivos ciudadanos, comunas y comunidades. La
diversidad y prácticas pluriculturales que caracterizan a nuestro
querido Ecuador,
esta muy relacionada con la naturaleza y las personas, y dentro de
aquellas, con los animales.
Tengamos
la sensibilidad de salvaguardar y proteger aquellas tradiciones y
prácticas pluriculturales, que, por ejemplo, además de las peleas
de gallos son propias de los pueblos montuvios, de la sierra y de la
región amazónica.
Otro
aspecto que quisiera puntualizar es la ausencia de representación de
los Gads observación en el Artículo 16 sobre la conformación de
la agencia de regulación y control del ambiente se deberá agregar
un enumerado 4 que diga un delegada/o en representación del CONGOPE
y del AME.
Finalmente,
a la comisión remitiré otras observaciones al articulado del
proyecto.
Señora
Presidenta, compañeras y compañeros, muchas gracias.