jueves, 1 de octubre de 2015

INTERVENCIÓN SESIÓN 350 “CÓDIGO ORGÁNICO DEL AMBIENTE”


La necesidad de expedir una nueva normativa: moderna, armonizada, coherente, clara y precisa sobre el ambiente es una de las tareas pendientes del gobierno de la revolución ciudadana, y es imprescindible que la obligación asumida con el pueblo ecuatoriano sea cumplida, pues, además de las otras grandes reformas que se han implementado en nuestro ecuador en estos ocho años de gobierno, es preciso que nos preguntemos ¿cómo se podría entender nuestro proceso de cambio si no fomentamos nuevos patrones de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios con responsabilidad ambiental y social ?

Una de las respuestas a esta interrogante constituye precisamente el presente Proyecto de Código Orgánico del Ambiente que hoy estamos debatiendo y que, sin duda, en su aplicación cuando esté vigente apreciaremos en mayor magnitud las virtudes e importancia de cada una de sus normas.

Este proyecto de ley, además de desarrollar los principios y normas constitucionales, permite que se enfatice aún más dos aspectos esenciales de la constitución y de la organización social y política del Ecuador contemporáneo, que son muy particulares y que evidencian la esencia del cambio.

- El uno indudablemente es el hacer efectivo el derecho de la naturaleza que, como sabemos, es reconocido, contemplado y garantizado en el Art. 10 de la Constitución.

- Y el otro, consistente en que el régimen de desarrollo como conjunto organizado, sostenible y dinámico de los sistemas económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, garantiza la realización del Buen Vivir……... Buen Vivir que requiere, por cierto, que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades además de gozar de sus derechos en forma efectiva, cumplan sus responsabilidades en convivencia armónica con la naturaleza.

Mientras daba lectura al proyecto de ley reflexionaba sobre las duras, difíciles y dolorosas lecciones que el pasado nos ha dejado y que, por supuesto, no se pueden repetir nunca más. es indudable que los atentados, y afectaciones a las personas, naturaleza y ambiente perpetrados hasta hace poco, no solo fueron consecuencia de la deficiente y poca coordinación en la normativa nacional, en esta materia, sino, por la irresponsable forma de realizar las actividades económicas, sociales y ambientales por parte de las personas, naturales y jurídicas, éstas últimas, privadas o públicas, y, sobre todo, por la falta de controles y sanciones ejemplares.

Como no podía ser de otra manera, dichas reflexiones me recordaban los hechos protagonizados por la compañía Texaco en nuestra Patria, a consecuencia de los cuales se produjo una contaminación sin precedentes y que trajo, enfermedades y muerte a ecuatorianas y ecuatorianos y que sigue amenazando la vida en nuestra Amazonia.

Hay varias aristas para abordar la barbarie ocasionada por esta compañía y las personas que la dirigieron y la dirigen y ahora con un nuevo ropaje societario, que con esto sin duda desean desvanecer ante el mundo su responsabilidad del crimen cometido en nuestro País.

Es justo que en este debate recordemos a nuestros compatriotas que con mucho temple desafiaron a una de las multinacionales más poderosas del planeta al haberla enfrentado iniciándole el juicio que tod@s conocemos y que ha tenido varios desenlaces. Hermanos y hermanas que no les tembló nada para defender sus derechos y denunciar ante mundo las afectaciones cometidos en su contra. Además quienes aportaron con sus testimonios para dar luz a la Crónica de una Barbarie Impune, los Últimos Inocentes del Planeta” libro del destacado cronista Esteban Michelena, recientemente puesto en circulación que hace una excelente narración completa desde las vivencias de los afectados.

Esperamos que la justicia prevalezca en esta lucha y decir a todos y todas que, precisamente, leyes como la que estamos debatiendo es una herramienta muy útil para evitar que se vuelvan a cometer atrocidades como la perpetrada por Texaco/Chevrón.

Aún contemplamos y apoyamos la dura lucha que siguen realizando nuestros compatriotas para conseguir que la Chevrón pague la indemnización.

Este es un momento también para recordar que Ecuador ha presentado al mundo, por intermedio de nuestro Presidente, Rafael Correa Delgado, propuestas sin precedentes dirigidas a prevenir la contaminación y librar acciones estructurales para combatirla. Por ejemplo, la propuesta de la compensación por las emanaciones evitadas y las del impuesto a las explotaciones petroleras, dejar el petroleo bajo tierra, entre otras. Todas estas propuestas han sido presentadas en los senos más importantes de la organización mundial. Aspiramos que más temprano que tarde sean discutidas, acogidas y apoyadas.

Lo que he manifestado es muy importante porque debemos todas y todos estar conscientes que la preocupación de este gobierno por el ambiente no comienza y termina con la discusión de este proyecto de ley, al contrario, este proyecto debemos analizarlo a la luz y en el contexto de lo que se ha propuesto a nivel global durante estos ochos años de Revolución Ciudadana.

En otro orden de reflexión también he considerado que no solo los de afuera han afectado gravemente a la naturaleza y la vida, pues somos testigos cómo en nuestra vida cotidiana “no somos responsables ambiental y socialmente”. Hay varias pruebas de ello recordemos que consciente ó inconscientemente consumimos bebidas en envases plásticos o realizamos compras en fundas plásticas, materiales que son nocivos y peligrosos para la naturaleza. Inconscientemente se provocan incendios forestales, con los graves perjuicios a la naturaleza que ultimamante hemos sido testigos en todas las regiones de nuestra Patria.

Por supuesto, hay una tendencia a mejorar los estándares de control y prevención, sin embargo es indispensable que deben ir acompañados de intensos programas de capacitación y concientización a la población.

Este proyecto responde a un momento histórico en nuestro País que supera el sistema ineficiente e injusto de muchas décadas con el cual se manejaba el ambiente y la naturaleza, con altas brechas de iniquidad social sin responsabilidad ambiental.

Todo el País ha sido testigo del deterioro de la calidad ambiental y de los ecosistemas, ocasionados por problemas recurrentes como la contaminación de las grandes ciudades, tala ilegal de bosques, tráfico de especie, pérdida de biodiversidad por la caza ilegal, comercio de especies, introducción de especies exóticas, entre otros, la degradación del agua, suelo, aire, flora y fauna y la contaminación agresiva e irresponsable de los ríos de nuestro País, es una realidad y son determinantes para el menoscabo de la calidad de vida de las personas, entre tantos ejemplos que puedo enunciar me refiero a la impresionante contaminación de los ríos San Pedro y Machangara en nuestra querida capital Quito.


Por cierto, vemos con optimismo los planes y proyectos que se han anunciado para el manejo de las aguas residuales y descontaminar importantes ríos de nuestra capital.

Quiero resaltar, también, la incorporación que se ha hecho en este proyecto sobre el manejo responsable de la fauna urbana, lo cual ubica a nuestro País en los de vanguardia en la protección y cuidado de los animales y desarrolla el pronunciamiento del pueblo en la última consulta popular sobre esta materia. En ese sentido, señora presidenta y compañeros asambleístas existe una inconsistencia entre el numeral 1 y 9 del artículo 56, pues en el primero se prohíbe provocar sufrimiento, maltrato o daño a un animal, y en el otro se abre la puerta a excepciones.

A este respecto, habría que considerar las prácticas culturales que son parte de colectivos ciudadanos, comunas y comunidades. La diversidad y prácticas pluriculturales que caracterizan a nuestro querido Ecuador, esta muy relacionada con la naturaleza y las personas, y dentro de aquellas, con los animales.

Tengamos la sensibilidad de salvaguardar y proteger aquellas tradiciones y prácticas pluriculturales, que, por ejemplo, además de las peleas de gallos son propias de los pueblos montuvios, de la sierra y de la región amazónica.
Otro aspecto que quisiera puntualizar es la ausencia de representación de los Gads observación en el Artículo 16 sobre la conformación de la agencia de regulación y control del ambiente se deberá agregar un enumerado 4 que diga un delegada/o en representación del CONGOPE y del AME.

Finalmente, a la comisión remitiré otras observaciones al articulado del proyecto.

Señora Presidenta, compañeras y compañeros, muchas gracias.